Mañana es mi cumpleaños.
Algo está mal cuando uno cumple la misma edad que su hermano mayor. No me da la mate, pero nada qué hacer.
Hoy un amigo me decía que a partir de este año va a haber pasado más años vivo sin su mamá que con ella. ¿Por qué pensamos en esos términos? ¿Qué impulso masoquista le entra a nuestra mente que nos hace pensar en groserías como esas? Yo no quiero estar consciente de esto. No quiero preguntarme si estaría satisfecha con lo que he hecho si este fuera mi último año de vida. Preferiría no pensar en que él haría más con este tiempo que yo.
Y nada, en algún lado de la mente hay un interruptor que se enciende solito y nos la vuelca en contra.
Lo extraño todos los días, en las fechas significativas todavía más. Igual me acostumbro.
Detesto decir eso, que me acostumbro, es como si lo dejara ir, que me permito seguir adelante sin él. Siento que digo que ya no importa. Yo sé que no es eso, obvio que lo sé, pero es como se siente.
Cumplir años es complicado cuando alguien como Varito dejó de hacerlo.
m.