jueves, 16 de septiembre de 2010

Planeando Boda

Luis y yo nos reconocimos como esa persona casi que desde el principio, pero no hablamos de matrimonio como algo concreto si no hasta febrero del 2008 y lo hablamos con una naturalidad que ya ni me acuerdo cómo fue la conversación.  Como en ese momento no se sabía cuando se iba a resolver la situación migratoria de Valky e iba a poder venir a CR ni nos molestamos en ponerle fecha porque yo sin mi hermana no me caso; y de por sí no precisaba, ya nos encontramos y nadie va para ningún lado, tenemos tooooda la vida por delante para casarnos.

Igual me ilusioné pensando en cosillas, si me están leyendo significa que me conocen y que saben que para mí el planeamiento es igual de entretenido que el evento, sea cual sea.  Así que empecé a tontear con ideas como la locación -¿montaña, playa o campo?-, el vestido -¿tirantes, largo, corte imperio?-, los colores para decorar, el peinado, etc, etc.  Lo que sí me prometí fue que no me iba a convertir en una bridezilla.  Qué tan polo volverse una de esas chavalas que se dejan desquiciar por la boda perfecta y le caen en la yugular a todos por nada y no hablan de otra cosa que no sea la boda.  Ay no, cualquier cosa menos eso.

Bueno, se resolvió lo de Valky y le pusimos fecha: 12 de febrero 2010.  HP decidió no aumentar salarios un año (gracias Mark Hurd) y para no embarcarnos decidimos aplazar un año, nueva fecha: 19 de febrero 2011.  No sé si fue porque de repente faltaba mucho o porque en realidad ya había pensado en todo y tenía cada detalle descifrado en mi cabeza que de repente no volví a pensar en los planes, los pasé al congelador y ahí han estado.

Y heme aquí, faltan cinco meses y no tengo NADA hecho, reservado, pagado o encargado. Na' na'.  Y yo con una tranquilidad.

Cada vez que arrancaba el planeamiento empezábamos a revisar las decisiones que ya habíamos tomado y les encontrábamos algo: el lugar, el presupuesto, la fecha, algo, lo que fuera.  Y volvíamos a cambiar el plan, ya vamos como por el quinto.

Me encanta planear cosas, simplemente me entretiene hacer to do lists y pensar en detalles, aunque los planes cambien, pero no puedo evitar adelantarme y pensar en cada cosita, en la logística, en encargarme de cada detallito y no dejar nada por fuera y que se note que lo hice, carajo.  No me molesta desviarme del plan original en lo absoluto, hasta mejor porque me da más en qué pensar y descifrar.  

Yo no necesito casarme con Luis, podría pasar el resto de mi vida sin casarme porque -y déjenme rajar- lo que mucha gente consigue solamente con el matrimonio nosotros ya lo tenemos, el compromiso que para muchos está representado en ese papelito y la ceremonia, nosotros ya lo sentimos y lo asumimos como algo natural en nuestra relación.  Y es que realmente el matrimonio no es la solución a nada, ni es un truco mágico para conseguir algo que falta en una relación ni mucho menos para amarrar a alguien, si no se ha conseguido antes de casarse no se va a conseguir casándose.  El matrimonio no debería de cambiar nada realmente, más que el lugar de residencia para los que no se juntan como esta hippie que les escribe.

La cosa con las bodas es que todo es plata, todo TODO t-o-d-o.  Qué cansado.  Prohibido mencionar la palabra boda cuando piden una cotización, es mejor evento familiar.  Yo lo único que quiero es casarme con el hombre de mi vida, prometerle amor y fidelidad frente a todos los que son parte de nuestra vida y que significan algo para nosotros.  No por cumplir con un requisito social si no porque resulta ser que compartirlo vale algo para nosotros.

Pero cada detallito, cada cosita dentro de ese plan que tanto me entretiene representa un gasto.  No importa cuántas cosas haga yo misma, ojo que las hago porque me encanta la idea de hacer todo yo misma (ya uds me conocen) y no por ahorrar plata, ese es sólo un beneficio adicional; el caso es que igual todo cuesta plata.  Yo no quiero gastarme una fortuna en una fiesta quiero gastármela en mi vida con Luis.

Y me pongo a pensar en la gente que se endeuda para pagarse la boda y no le encuentro sentido, simplemente no tiene pies ni cabeza.  No es que no me importe mi boda tanto como a ellos, ni que no sueñe con una boda bonita y feliz, es sólo que se me ocurren tantas otras cosas más urgentes en las que preferiría invertir la plata.  Como en salir de deudas para que el comprar una casa no se vea como algo tan lejano, o como ahorrar para los futuros hijos, hasta me hace más gracia gastar más en la luna de miel que en la boda en sí.  Y es que el presupuesto para la susodicha fiesta no es proporcionalmente igual a la felicidad del evento, no.  Ni lo elegante del vestido ni el largo de la lista de invitados me aseguran una boda feliz.

Uy, es terrible sentarse a escribir esa lista de invitados, editarla una y otra vez, viendo a todos esos nombres con signos de ¢ en los ojitos y pensando si realmente esa persona se ha tomado la molestia de buscarnos o darnos pelota en los últimos meses, si de acá a eso le hablaremos todavía y si se merece estar en lo que la gente llama el día más feliz de nuestra vida.

Cosa más rara: el día más feliz de nuestra vida... mmmm... no me malentiendan, soy tan romántica como todos uds y puede que más pero no sé si ese es precisamente el día que se me ocurre sea el más feliz.  Tal vez cuando nazcan nuestros hijos, o el día que reconocí el papel de Luis en mi vida, no sé.  Van a tener que preguntarme el día de la boda.

Volviendo a la lista de invitados, sentarse a escribirla suena más fácil de lo que realmente es.  Yo soy muy práctica, no me voy a complicar siquiera considerando invitar a nadie por compromiso.  Ah no, es mi boda y solamente quiero a la gente significativa para nosotros ahí, nada de que si no invito a tal familiar se me resiente mi mamá o mi abuela, no no no, ellas tuvieron sus bodas y sus listas, déjenme la mía en paz.  La cosa es que Luis tiene una familia enoooooooorme y es super cercano a todos ellos, yo en cambio no soy tan tan cercana a mucha gente en mi familia y se me ocurre invitar a más amigos que familiares.  Pero aún así no los puedo invitar a todos y se me hace tan difícil escoger, no porque se me resientan si no porque de verdad los quiero ahí.  Qué complicado.

Hay un par de cosas que se han mantenido a través de los diferentes planes que hemos tenido, entre esas que lo queremos al aire libre y que no quiero un vestido de esos de queque, ay no.  Estoy segura de que ninguno de uds me imagina en uno de esos vestidos bombachos con varias capas de eso que les ponen para que parezcan princesitas, ojalá con cola.  Nah.

El menú también se ha mantenido siempre: parrillada.  Y desde que descubrimos la maravilla de chef ese también se ha mantenido (gracias, Maxito).  Los colores que me gustaría usar, el peinado, el queque y la decoración también son los mismos.  La diferencia ha sido en las locaciones -porque es ridículo lo que la gente se deja cobra por un salón- y maomenos el estilo de la boda. 

Y entonces justo hoy me cayó la peseta: faltan cinco meses, C-I-N-C-O.  Ya debería de tener el lugar apartado, el vestido comprado y algunas reservaciones hechas.  Más de una se ha espantado cuando lo comento y no pueden creer que no esté paniqueada pensando en tooooodo lo que me falta por hacer con tan poco tiempo.  Pero bueh, ya lo tendré todo a tiempo, van a ver.

Será que tengo todo lo que necesito acá acurrucado dormido a mi lado mientras escribo esto, será que mi vida con Luis no comienza el día que me case con él si no que ya la empezamos hace años y la boda es sólo un paso más, será que mis prioridades están claras y una fiesta no me define a mí ni mi relación.

Pero bueno, si-si, me voy a poner en eso.  Mañana mismo.

'nas noches.

m.

1 comentario:

  1. La boda, creo que es algo que muchas mujeres soñamos, el vestido, el baile, el brindis, etc, pero que realmente es un matrimonio, el momento de la fiesta? no creo, es lo que tu ya tienes con Luis desde el momento en que decidieron vivir juntos, ya son una familia, ya son una pareja formal, ya son matrimonio... llevan muchos pasos adelante de muchas otras parejas, y siento con lo que los he visto juntos, son increibles, son un modelo.
    Si quieres una boda, pues aun tienes 5 meses para planearla y se que con tu genialidad, positivismo y demas quedara genial y se que seran realmente felices para siempre.

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