lunes, 10 de diciembre de 2012

Así es

Ya no hablo de vos. Este fin de semana me di cuenta y sentí un punzón en la panza.

No cuento nuestra historia, no menciono tu nombre. Nadie nuevo sabe quién sos, creo que lo prefiero así. Vos lo preferís así. Así se queda.

Aceptación. Vos lo querías así.

No quita que te extrañe, que preferiría saber que vos también me extrañás. Contarte mis colochos, mis maravillosas revelaciones que no le importan un carajo al mundo. Que te riás con mis chambonadas y me vacilés por mamosha. Que me muero por decirte que te parecés mil a tu papá con esa barba y que eso es bonito. Yo también lo extraño.

Dejamos pendiente una conversación que no va a suceder. Te libero de la obligación. Y de cualquier otra promesa.

Está bien. Es lo que es.

Nada ha cambiado, excepto todo.

Ya no creamos recuerdos nuevos, te vas esfumando, ya no levanto el teléfono con ganas de mandarte un mensaje cuando estoy feliz y cuando no tanto, era una grosería de impulso.

Los diecisiete años se detuvieron ahí, como cuando alguien se muere y deja de cumplir años. Qué asco lo bizarro que es eso.

m.


Si para tenerte aquí tendría que maltratarte
no puedo hacerlo, sos mi dios 
te veo, me sonrojo y tiemblo.

-Bersuit Vergarabat, Un Pacto

4 comentarios:

  1. "Mis maravillosas revelaciones que no le importan un carajo al mundo".

    Yo creo que eso es justo lo que termino extrañando yo más. Mira, ya ni siquiera me atrevo a escribir al respecto.

    ResponderEliminar
  2. esta carajada necesita un botón de "me gusta" para los comentarios. qué malacostumbrada que estoy.

    gracias :)

    difícil no extrañar, maldita nostalgia. demasiada ausencia rondando por acá.

    ResponderEliminar
  3. Yo debería de comenzar a aceptar ciertas cosas también.
    Me encantó!

    ResponderEliminar