domingo, 20 de febrero de 2011

Mi guía para seguir respirando después de un quiebre

No sé si será por el fin y principio de año que inspira algo en los maes o qué, pero tengo por lo menos cuatro o cinco amigas que en estos meses terminaron su relación y sólo una por decisión propia.

Cuando una amiga -no importa qué tan cercana- pasa por un quiebre hay como un llamado a nivel genético que nos hace apoyarnos inmediatamente. Lo he estado pensando mucho e hice una recopilación de consejos que vienen de mi experiencia o de la de alguien más que quiso compartirlo conmigo para hacerme sentir mejor. Les puedo hablar como mujer de este lado de la relación o del quiebre -aunque he estado también del otro- porque simplemente no pretendo tener la menor idea de cómo funciona la mente masculina, tengo mis teorías y he sido testigo de muchas cosas, pero mejor me limito a lo que sé con un poquito más de certeza. Igual al rato algo de esto les puede servir a los maes.

He cometido suficientes errores en mis relaciones y tantas han fracasado que algo he aprendido de ellas, lo siento por los que han estado del otro lado de estas experiencias que voy a compartir y espero que no se me ofendan pero se acaban de convertir en material didáctico, no se preocupen no voy a dar nombres.

El quiebre es un proceso. Un quiebre bien manejado, en el mejor de los casos y si los planetas se alinean, podría terminarse con una conversación, esa conversación puede ser larga y dolorosa, puede ser corta, pacífica y hasta racional, todo depende de cómo lo manejen los dos, pero no hay forma de escaparse de la parte dolorosa. Si tenemos la suerte de que el mae termine con nosotras de frente y con razones claras, básicamente que se amarre los pantalones y no nos enrede más de lo que ya estamos, salimos de eso en una sentada y podemos seguir al siguiente paso. Si no tenemos esa suerte el quiebre puede durar mes y medio de enredos emocionales, dolor, confusión y mentiras. Todo seriamente innecesario. Si hay algún mae leyendo esto: háganse un favor uds y a nosotras y sean hombrecitos al respecto, nos merecemos la verdad y salir de eso lo antes posible. Ahora, también tenemos derecho de enojarnos, de decirle lo que pensamos, tenemos derecho a reaccionar y nuestros sentimientos y reclamos son tan válidos e importantes como los de él, así que si necesitás sacarte un par de cositas, llegále y sacátelo, no dejés nada pendiente porque después lo andás arrastrando.

El quiebre es una decisión de uno. Se necesitan dos para empezar una relación pero sólo uno para terminarla. Es una puerca verdad de la vida, así que si te están terminando nada lográs con tratar de convencerlo de que no lo haga. Primero, si viene decidido no importa lo que digás no se va a quedar, y si no viene decidido ¿Querés quedarte con alguien que cree que quiere terminar con vos pero no está seguro? O sea, amor propio güilas, amor propio. Los que no están seguros de querer estar con vos automáticamente dejaron de merecerse esa relación. El día que esté claro que vuelva a ver si todavía estás interesada, pero los indecisos se pueden ir al carajo, yo dejé que un ex me terminara cuatro veces y las cuatro veces volvía al día o la semana siguiente y yo bien lela lo acepté de vuelta las cuatro veces. Ay-yayay.

Cero contacto. Ojalá todo fuera tan sencillo como eso, a veces hay que arreglar cosas poco prácticas, como separación de bienes, deudas, etc. A veces no fueron definitivos con nosotras y necesitamos un par de conversaciones extra sólo para entender qué diantres pasó y en qué momento se terminó la relación. Eso hasta cierto punto puede ser saludable o productivo dependiendo del propósito de la conversación. Yo tuve una que empezó con un No te voy a pedir cacao, no quiero que volvás a mí, necesito entender qué pasó para poner esto atrás y seguir con mi vida. Esa fue la conversación más útil que tuve, especialmente porque el mae no fue claro conmigo desde el principio y arrastró el asunto tanto rato que terminó siendo un caos emocional que me pudo haber ahorrado siendo honesto conmigo. Mucho cuidado con las conversaciones poco saludables para nosotras, mucho cuidado con hacia dónde vamos o nos llevan en una de esas conversaciones, es tan fácil empezar con un propósito y terminar haciendo algo completamente diferente. Una vez que salimos de las conversaciones que hay que tener, no más contacto. Nada de enviar ni recibir mensajitos de texto ni correos ni llamadas, nada de te extraño, me hacés falta y me cuesta dormir sin vos. No mandés los mensajes vos ni los aceptés de él, le pedís que no te contacte más. El mae al que extrañás y del que te enamoraste, con el que compartiste tu vida diaria por un tiempo ya no está ahí y dejó de existir en el momento en que te terminó, ese con quien estás hablando no es el mismo. Cerrá esa puerta, vos no tuviste control sobre el quiebre, recuperálo cerrando la posibilidad de comunicación ¿Para qué exponerse? ¿De verdad querés pasar por verlo perder el interés en mantener contacto ccon vos y preguntarte qué estará haciendo y por qué no te ha vuelto a buscar? Cero contacto, quedáte pensando en que el mae es el mismo idiota que te terminó y que sigue viviendo con sus defectos, enredos e inmadureces, se quedó pegado en alguna adolescencia tardía y no vale la pena preguntarse cómo estará, congelálo en tu memoria, si te dejó es un imbécil, estoy segura de que alguien más te lo ha dicho y que tienen razón.

Eviten los recordatorios. Lo borrás a él, a su familia y a sus amigos de facebook, de msn, de hi5 -si todavía tenés- y de cualquier otro lado donde lo tengás. Borrá esos mensajitos de texto que habías guardado en el celular, ese con el primer te quiero y el primer te amo y el sos mi princesa, ya te quiero ver. Borrá el álbum de fotos de uds dos de tus perfiles, de tu disco duro y de la casa. No se trata de borrar todos los recuerdos, sólo los recordatorios. No querés ver las fotos de Navidad del mae con su familia, las fotos de las salidas con los compas, de su nueva novia, de la boda, de sus hijos, de su nueva vida sin vos. A cortar con esa vara de una, hacélo en un sólo impulso y si no tenés la fuerza para meterte al facebook a buscar entre los álbumes de fotos pues le pedís a alguien que lo haga por vos, para eso tenemos amigas -en mi caso cuñadas-. Y que no te de miedo pedirle a tus compas -los que sólo lo agregaron a facebook porque era tu novio- que hagan lo mismo, si un amigo de verdad te quiere va a entender que es doloroso para vos y que necesitás no sentir esa cercanía, algunos lo van a hacer sin que les digás nada. También están los amigos que hicieron juntos, esos son asunto aparte, evaluá el mantener contacto con gente que te va a hablar de él o que te puede terminar contando cosas que realmente no estás lista o no te interesa escuchar, esos insensibles van borrados de una, los que valen la pena te los dejás. Por más que su familia te busque, por más que los querás y estén preocupados por vos, por más que te ofrezcan apoyo y sean o hayan sido familia para vos, es mejor alejarse de ellos también, al menos mientras recuperás tus fuerzas.

Repasá sólo para aprender, no para mortificarte. Qué mala maña la de sentarnos horas a descifrar qué diantres hicimos mal, pensar en que a lo mejor si hubiéramos hecho algo diferente, si nos hubiéramos esforzado más, a lo mejor se habría quedado. No. Cometimos errores, siempre los cometemos, pero eso no significa que la relación haya fallado exactamente por eso, casi nunca es una sola cosa la que hace que una relación fracase. La cosa es pensar en qué pudiste haber hecho diferente por vos misma, yo tengo la necedad de meterme con chamacos emocionalmente inmaduros, los dejo que busquen una mamá en mí y que me conviertan en su consciencia, su terapeuta o que los proteja del mundo. Les reconstruyo la autoestima o les saco los miedos que sus mamitas les metieron. Suave… ¿Qué? ¿Tienen idea de cuántas relaciones fallidas tuve que pasar para darme cuenta de esto? ¿Qué clase de dinámica de relación es esa? Bueno, pues mi error no es ayudarle a los güilas esos a hacerse hombrecitos y mejores personas para que sus próximas novias disfruten de mi esfuerzo, mi error es involucrarme con maes así, lo mejor que puedo aprender de eso es a identificarlos y hacer mutis por la izquierda cuando aparezca otro -porque soy como un imán para esos inútiles-. Pensá en lo que hiciste sólo para no hacerlo igual la próxima vez y para ayudarte a vos misma a buscar una relación saludable con alguien saludable.

A veces de verdad no sos vos, es él. Para las mujeres es súper fácil tratarnos mal a nosotras mismas. Esa puta rutina del Qué gorda que estoy, por eso se fue; ¿Cómo no me iba a dejar con esta celulitis?; Claro que se iba aburrir de mí, si no valgo un cinco; No fui lo suficientemente buena para que se quedara conmigo, no valgo la pena; Se fue porque cualquier vieja es más linda que yo; es la rutina más vieja del mundo. Qué fácil tratarnos así. Pero ¡mentira! el problema no sos vos, porque aunque estés gorda, aunque tengás celulitis y hayan otras viejas más lindas que vos en algún lado a algún mae nada de eso le importa y es perfectamente capaz de ver más allá de eso y de quererte exacta y pecisamentemente por lo que sos y piensa no que sos suficiente si no que sos tanto. La cosa es tener la paciencia para esperarlo sin gastar nuestro tiempo y energía con los idiotas que no te aprecian, qué difícil, yo sé. Yo ahorita tengo mis dudas sobre este tema por el proceso en el que estoy –y mis dudas en este momento tienen más que ver con el amor eterno y el confiar–, pero hay tanta gente alrededor en relaciones perfectamente felices incluso con lo que las mujeres consideramos defectos imperdonables, que algo de eso tiene que ser cierto. Las mujeres perdonamos los defectos en los hombres, hasta los justificamos con una facilidad que da miedo, pero con los propios somos muy duras y groseras. Nada de quedarte frente al espejo mientras te vestís pensando estupideces, ese cuerpo con el que estás siendo grosera te lo va a resentir y alguna vez estuvo entrepiernado con el idiota que jaló, lo que significa que alguna vez lo aceptó y no es por eso por lo que te dejó.

Te toca ser egoísta. Estás pasando por un duelo, nadie más que el babosos ese y vos estaban en esa relación, nadie más entiende lo que vivieron ni lo que pasó ni cómo terminó. Este duelo es tuyo y de nadie más, te toca ser egoísta y ver por vos. No hagás nada que no querás hacer, no veás a nadie que no querás ver, no hablés de nada que no querás hablar. Mi última relación me dejó tan exhausta y vacía que simplemente no tengo nada para darle a nadie, n-a-d-a. No soy la mejor compañía en este momento porque estoy emocionalmente inestable y no soy la mejor amiga ni el mejor apoyo para nadie. Y no me da la gana serlo, ahorita no estoy para nadie, estoy siendo narcisista y pasando por lo que necesito pasar para sobrevivir. Si mis amigos entienden y pueden estar ahí para mí, perfecto, pero se requiere de cierta paciencia y cariño para poder hacerme compañía y todavía mucho más que eso para atajarme cuando estoy pasando por un duelo. Y eso, para mí, define muchas amistades. Mi familia fue un apoyo increíble, no sé dónde estaría sin el sofá de mi hermano y sin la compañía de él y su esposa, sus palabras fueron duras pero dió en el clavo con muchas cosas, tal vez un poco pronto para oirlas, pero igual de ciertas. Pero en cualquier caso, estamos solas, por más apoyo que recibamos, al final del día estamos solas y solas tenemos que descifrar cómo hacemos para seguir respirando. Así que si necesitás aislarte y encuevarte, no hablar con nadie, pues también es válido.

No te apurés. Vas a estar lista cuando estés lista. Mucha gente te va a hablar de lo malo de la relación, de lo que a ellos les parecía que estaba mal, lo que ellos piensan que fueron tus errores y los de él, de los defectos del mae y de lo que les caía mal de él. Qué cansa’o pero a veces y en algunas cosas tienen razón porque ellos tenían una perspectiva diferente a la tuya. La cosa es que te pueden hablar de cosas malas cuando no estás lista para verlas y las negás: pero si él era el hombre perfecto para mí. Mentira, si lo hubiera sido habría estado listo para vos, un día te vas a despertar con la distancia emocional para empezar a ver lo que realmente estaba mal en él y en tu relación, te vas a acordar de lo que te han estado diciendo y algunas cosas van a tener más sentido, de repente te preguntás qué coños estábas haciendo en esa relación y con un mae así. Ese día llega, igual que el día que te levantás y no lo extrañás más, el día que las cosas dejan de recordártelo y que honestamente deja de importarte él. Pero ese momento llega cuando llega, ni antes ni después. No te apurés, el dolor es terrible, cuesta respirar y uno ruega por llegar a ese momento lo antes posible a ver si deja de morirse de a poquitos todos los días. Pero es cierto, el día llega, te toca concentrarte en sobrevivir para llegar a ese día.

Cuidado volviendo al mercado. Qué complicado eso, sobre todo si no contabas con volver. Mi mayor error desde que tuve mi primer novio a los 16 es que a todos los maes los he visto como una relación potencial y me he dejado llevar, no, arrastrar a una relación cuando me han visto a mí con esos ojos incluso cuando no parecían estar listos para eso, por confiada. Es bueno tomarse un break de los maes, les sonará obvio, pero yo n-u-n-c-a me he tomado un break y estoy lista para un sabático. Yo sé que es difícil no volver a prender el radar y que por ahí hay mucho eye-candy, sobre todo si tenés mucho rato portándote bien, pero el mercado es un lugar peligroso mientras estés vulnerable y no te querés exponer a enredarte o que te enreden. No digo que te volvás monja ni que cerrés el chinamo, tampoco digo que te mandés a relaciones meramente físicas cerrada a la posibilidad de volver a querer a alguien. Nada más digo: tomáte un break, saltar a los brazos y la cama de alguien más no sirve para un carajo. Insisto en que no se trata de no querer volver a ver un hombre en la vida ni de sostener una aspirina con las rodillas, se trata de haber sanado y estar otra vez lista para una relación sentimental, digamos que mi loquero me dio permiso para involucrarme de cualquier forma menos emocionalmente por un año, y tiene sentido. Mientras tanto hay otras cosas con qué entretenerse, hay amigos con quiénes pasar el tiempo, paseos qué planear, viajes qué hacer, y porque mi familia lee este blog lo voy a dejar ahí.

Decidí sentirte mejor. Ese es el consejo más difícil de seguir, yo sé. Pero en algún punto tenés que tomar la decisión, igual, cuando estés lista. Pero lo bueno de los quiebres, lo único bueno, es que es una buena oportunidad para resolver cosas que teníamos pendientes con nosotras mismas. Un compa me dijo que por ahí leyó que es cuando una relación termina que lo que no habíamos resuelto vuelve para perseguirnos y se ve mil veces más grande de lo que era, algo así. El punto es que ya que estamos en esta situación aprovechemos para resolver o mejorar lo que nos estorbaba de nosotras mismas en la relación. Por ejemplo, por lo general después de un quiebre perdemos peso, yo he perdido un montón y de paso se me limpió el acné que tenía desde hace como cinco años, de la nada mi piel es otra sin que yo hiciera nada nadita diferente, todo este tiempo pensé que era hormonal y ahora estoy pensando que era por estrés emocional. Ay, el cuerpo que nos dice cosas que no escuchamos. Entonces, ya perdí un montón de peso, estoy saliendo a caminar, estoy yendo a terapia, hay un montón de ropa que me queda otra vez y otra que me queda enorme, ahora me siento mucho mejor conmigo misma y no paso tres horas decidiendo qué me pongo todas las mañanas. Mucha gente me ha dicho que me veo mejor y que me hicieron un favor, y pues sí. Además de eso arreglé mi casa e hice lo que hace rato quería hacer con ella –y no fue fácil decidir quedarme, pero era lo que tenía más sentido práctico y como dijo mi sabio mejor amigo: un día te vas a sentir mejor y no te va a importar quedarte ahí-, ya no siento que haya nada lerdeándome y hago las cosas como a mí me da la gana. Aquí se vive como se debe de vivir, carajo. Tomá control de tu ambiente y de cómo vivís.

Aseguráte de que la próxima salga mejor. Por ahí me pasaron una nota que había escrito un pastor de una iglesia sobre lo cansado que estaba de que se le acercaran los hombres de la iglesia y le dijeran que le pedían a Dios por la mujer que es para ellos, que están esperando el plan de Dios y que nada que se daba. El pastor en su nota les metía una regañada enorme, que por estar sentados esperando que Dios hiciera su trabajo ellos no hacían nada y se quedaban sin aprovechar la oportunidad, que por miedosos se iban a quedar solos para siempre. Yo creo en el destino, creo en el plan de Dios y estoy segura de que lo que es para uno Dios te lo pone delante, la cosa es estar listos para aprovechar la oportunidad, porque por más que Dios quiera lo mejor para uno, nosotros somos medio bestias y la podemos cagar enormemente –me disculpan el francés pero no hay otra palabra–. Entonces una cosa es confiar en el destino, otra muy diferente es sentarse en los laureles y tener fe de que Dios se va a encargar de conseguirnos lo que es para nosotros. Esa es de las pendejadas más mediocres que he oído, uno hace que las cosas sucedan, uno se encarga de estar listo para aprovechar esas oportunidades y para apreciarlas, para aprender de las lecciones por más dolorosas que sean y para corregir lo que haga falta. Y se los dice alguien que aprendió por las malas, trabajen en uds para que puedan aprovechar las oportunidades de la vida, el destino o Dios o quien sea que nos pone lo bueno por delante.

‘nas noches,

m.

PD. Se me olvidó incluir que por ahí también me compartieron algo que mi mejor amigo leyó en un libro, que parafraseando mas o menos era que lo mejor que un hombre puede hacer por sí mismo es buscarse una buena mujer y casarse, en cambio lo mejor que puede hacer una mujer por sí misma (se case o no) es cultivar la amistad con sus amigas, porque aunque estemos hechos para vivir en pareja las mujeres necesitamos con quién hablar de nuestros sentimientos y los hombres simplemente no son los indicados para eso.

3 comentarios:

  1. Muy fino...y funciona en ambos sentidos porque existen viejas igual de complicadas que los maes que mencionás. Me ha tocado lidiar con ellas.

    ResponderEliminar
  2. gracias :)
    fijo hay unas bien complicaditas, yo es que hablo del lado que conozco porque el otro es un misterio para mí. ojalá te haya servido.

    ResponderEliminar
  3. ah, y mis disculpas en nombre de mi género, esas son las que nos dejan mal paradas a las demás

    ResponderEliminar