miércoles, 21 de diciembre de 2011

Shit-list population: You.

Sí, ya pasó un año.

No, todavía no te he perdonado. 

No, no creo que lo haga.

Sí, seguís siendo poca cosa.

No, no te volví a ver ni de cerca ni de lejos, por dicha. Sospecho que el universo me dejó en paz una vez que dejé de ir detestándote todo el camino al y desde el brete, siempre iba enferma  porque sabía que me podía cruzar con vos. Una vez sí nos cruzamos por un minuto en lados opuestos de la misma presa, no te diste cuenta pero concentré todo mi asco hacia vos. Pero no, un día llegué a la oficina y ni me acordé de vos y ya no más.

Sí, todavía te detesto.

No, no creo que eso cambie. Nunca.

Di, porque te lo ganaste.

No, no te deseo nada, ni bueno ni malo, ya vos te encargarás de joderte solito y te merecés vivir como te encontré, como vivís ahora.

Y sí, tenías razón: favor que me hiciste. Librarme de vos es lo mejor que pudiste hacer por mí, lástima la forma, pero no es de extrañarse de vos, no soy la primera a la que le hacés la pendejada -fijo tampoco voy a ser la última-. Vos no sabés hacer las cosas diferente.


Hace un año... o sea, un 21 de Diciembre ¿en serio? ¿qué clase de comemierdada es esa? Qué joyita que sos vos. Así no más, a la porra la Navidad de mi familia y la tuya que se estaban preparando para vernos casados. No, si es que te luciste.

Y bueh, hoy me fui a bailar en mi honor y lo mucho mejor que me va sin vos. Todos los días lo agradezco, todos los días lo disfruto, me regalaste la oportunidad de salvarme de años de los mismos errores y mediocridad, la oportunidad de aprender lo importante que es estar con un igual y hacer equipo con alguien a quien no hay que rescatar de su vida y su autocompasión. Eso fue lo que me dejaste. 

Cuando terminamos te dije que no me dejabas nada y ahora me doy cuenta de que me equivoqué. Vos no me diste nada estando juntos porque no tenías nada para dar y por eso te esforzabas tanto, para compensar ese vacío que tenés en el corazón. 

Pero no, sí me dejaste algo: el chance para hacer las cosas bien para mí, ser justa conmigo misma y dejar de venderme barato, conformarme con menos de lo que es bueno para mí. 

Me enseñaste que decir las cosas correctas no es ni remotamente tan importante como tener con qué respaldarlo, a ver más allá de las palabras y la intención. Yo sé que no tenías mala intención, sólo sos un cheque sin fondos, pero es una irresponsabilidad saberlo y aún así ofrecer tanto, eso es deshonesto. Vos sos deshonesto, tu palabra no vale un cinco. Gracias a vos ahora puedo reconocer eso en alguien y me va a ser útil. Gracias.

Porque no estás recuperé mi derecho a ser la mae que soy, no tengo que reducirme para no opacarte y para darte impulso para que seás mejor, no tengo que pretender ser menos inteligente o curiosa de lo que soy, no tengo que disculparme por lo que sé y lo que conozco. No es culpa mía que no te interese ser, saber y conocer más. 

Ahora ni a putas vuelvo a soltar ese derecho. Dejaste la barra bien alta porque la próxima tiro bien arriba.

Me diste la libertad para estar lista para alguien tan fuerte como yo, es lo mejor que me diste en todos esos años. Gracias. De corazón. Gracias por salvarme.

m.

No hay comentarios:

Publicar un comentario