FIA 2012

Estaba tirada en el zacate con mi amigo Mario, viendo una película noruega -la del miércoles-. Desde esa colinita se veía parte de la feria: el Mercado Centroamericano de la Música, la Feria Verde y un toque más allá la Feria del Diseño. No se ve más pero sí se oye medio mudo el concierto en la Tarima Fidel Gamboa y la Tarima Kölbi. En un mundo mejor, se llama la película y ganó justificadamente el Oscar a mejor película extranjera en el 2010.

Yo me llevé una manta para poner en el suelo y Mario una cobijita porque fijo nos iba a pegar el frío por más que llevara bufanda y sueter gruesa. Ahí mismo nos vendieron palomitas y nadie nos arrugó la cara por traernos unos shawarmas que compramos en el Festival de Sabores, era eso o algo del stand de comida caribeña o nicaragënse, uds saben, la indecisa acá casi no lo logra entre tanta opción rica. Y bueh, la única ventaja que le encontré a andar el bendito salveque del brete es que me sirvió de almohada.

Ya el viernes descubrí un standcito de comida típica que vendía la megaempanada más satánica que he visto en mi vida y una chorreada que tampoco le mermaba. Qué rico es comer rico.

El sábado anterior Guayo, Ele, Migue y yo vimos una presentación de Flamenco. Nos dimos cuenta de que era dirigida para chiquitos como a los 5 minutos de haber empezado pero igualito a los chamacos de la primera fila nos tenían embobados con las instrucciones de cómo hacer las palmadas sordas y las fuertes y las explicaciones de que para poder bailar flamenco se necesita un bailaor, una bailaora, un cantaor y un guitarrista. Nosotros quisimos agregar que se necesita un sonidista porque el del Festival estaba como desaparecido, qué madre.

Foto por Javier Rodríguez

Era un tarima pequeña entre el área de comidas y el pabellón de libros, el público estaba sentado alrededor y fue hasta que me levanté que me di cuenta del gentío que estábamos viendo el mismo show.

Ele después me contó que no fue a cualquier baboso al que vimos ese día, si no a uno de los mejores bailaores de flamenco.

El concierto de apertura congregó a sesenta mil personas, SESENTA MIL. Claro, es Calle 13. Yo me lo perdí porque estaba muerta del día anterior. Di, ya no tenemos veinte años, según yo iba a ir pero como desde las 8pm ya me estaba durmiendo. Tanta gente junta colapsó la torre de celular del mismísimo ICE que estaba cruzando la calle y no había forma de que entraran ni salieran una décima parte de las llamadas y los mensajes. Dicen que el sonido estuvo terrible, que después de cierto punto no se oía un carajo y me sospecho que fue por lo mismo de la cantidad indecente de gente que llegó. Los que sí oyeron dicen que estuvo demasiado bueno.

Yo fui el sábado desde las 2:30pm hasta las 8pm, el miércoles en la noche a ver la película con Mario, el viernes para ver otra con Guayo -La Revolución de Juan Escopeta, mexicana y que abandonamos a la media hora porque el hambre nos ganó-, el sábado llegué muy tarde al concierto de Cantoamérica pero sí oí a Percance. Y hoy seguro me doy otra vueltita por ahí aunque no sé si me quedo al concierto de Allan Parson's porque sólo me sé una canción y creo que sólo yo tengo ganas de ir tanto al FIA este año.

Y es que este año se lucieron, el Festival quedó lindo lindo y bien organizado, los pabellones tenían sentido e incluyeron propuestas interesantes. 

Eso de ver una película al aire libre, sentir que te rodea el arte, que estás con gente disfrutando de lo mismo. Volvés a ver al cielo oscuro oscuro con un par de estrellillas perdidas por ahí que le ganaron a la luz de la ciudad, sentís el friíto de la noche y en lugar de distraerte con las butacas del cine o la señal de EXIT a ratos ves los tolditos de las exposiciones o el ruido de otro concierto por ahí. Hay presentaciones, exposiciones, ventas de cosas diferentes por todo lado, la gente lleva a la familia y los que no saben se enteran que en este país hay arte de calidad. Qué rico es respirar arte.

Y bueh, me dieron ganas de conseguirme un proyectorcito y aprovechar esa pared blanca y más alta que me quedó en el patio después de que la vecina remodelara el suyo para hacer una tandita de Cine de Patio en mi casa un día de estos. Habrá que ver qué armamos.

m.