sábado, 27 de abril de 2013

Alajuela, adoptado por una josefina

Yo he vivido en tres de las siete provincias de Costa Rica. Nací y crecí en Chepe, pero entre el 2002 y el 2003 viví en Heredia por un año y hace casi cuatro me vine para Alajuela. 

No fue a propósito, realmente. Me vine por la conveniencia con el trabajo y me quedé porque me enamoré de la ciudad. Yo no esperaba que me gustara tanto Alajuela, tengo que confesarlo. Nunca había venido y lo que conocía era un par de calles o la entrada, como la mayoría de los josefinos sólo vine para acá de pasada y me quejé del calor y de lo lejos que queda con la misma arrogancia con que ahora me toca escuchar a mis exvecinos basureando mi nuevo hogar.

Sí si si, Alajuela es caliente, sí, supérenlo. Chepe es demasiado frío y Cartago es impensable, temperatura refri. Heredia tal vez tiene el mejor clima, pero con esas presas y esos alquileres, olvídense. Me quedo con Alajuela, sobre todo yo que soy tan friolenta. Y lo digo sin pena: me ENCANTA el clima alajuelense. Aunque me muera del calor un par de meses al año, no es nada que un abanico no resuelva.

Lo otro es que a Alajuela es fácil llegarle, incluso viernes en hora pico es mejor que Heredia cualquier día . A la Liga se llega en línea recta por la pista y chan-chan. Todo está en sus cabezas, gente, hasta la distancia. En cualquier caso, yo voy a Chepe a visitarlos todo el tiempo y el viajecito no es tan complicado, les cuento.

¿Por qué me quedé en Alajuela? Aparte de que el costo de la vida acá es mucho más bajo y  mi viaje diario al brete es mucho más sencillo y corto, porque la vida es un sabor en la Liga. Después de un cuasi-divorcio pensé en devolverme a Chepe, estuve buscando apartamentos pero todo era impagable, muy pequeño o no permitían mascotas. De paso, nada me hacía feliz, un día entré en razón y me dí cuenta de que estaba buscando algo que me gustara más que mi casa en Alajuela y eso nada más no iba a pasar. Mi casa es una delicia, tengo el patio perfecto y soy feliz acá.

¿Alguna vez han visto un atardecer alajuelense? Será porque acá no hay mucho edificio alto - seguro por el aeropuerto-, que el cielo se ve perfectamente desde casi cualquier punto en la ciudad. Alajuela tiene los mejores atardeceres y mi colección de fotos del celaje entre las cinco y las seis de la tarde es más que suficiente evidencia.

Alajuelear se volvió mi pasatiempo favorito, caminar por el centro una tarde cualquiera, dar vueltas por los parques y ver la gente sentada en el poyo de un parque, conversando. El aire maravilloso que se respira por ahí de las cinco de la tarde está a años luz del trajín a esa misma hora en Chepe. Alajuela se siente como un amor nuevo, refresca mi relación con la ciudad y de repente no me dan tantas ganas de huir a la playa o la montaña -al menos no tan seguido-.

No me malentiendan, la capital tiene lo suyo, mi barrio viejo siempre va a tener un campito en mi corazón y San Pedro siempre va a ser la capital del mundo. Por más que disfruto atravezar la Avenida Central y ver gente sonriendo mientras caminan en dirección contraria, ya todo eso se ve lejano para mí. Ahora mi vida está en el noroeste del Valle Central y me gusta.

Todavía estoy batallando con eso de declararme alajuelense, por más que ya me logre ubicar en el centro, que me sienta cómoda diciendo el Parque Juan, y que sienta que este es mi hogar, hay un algo que no me deja terminar de acomodarme el título. Será que siento que hay que merecérselo y todavía no.

Alajuela me gusta. Es una ciudad bien.

m.















1 comentario:

  1. Me encantó el post! Aunque que puto calor en la Liga... Y sin playa (-1000 Puntos). Pero me parece que Alajuela es una ciudad olvidada por el resto de Ticos y que vale la pena el volver a ella por una nueva cucharada. Tu dime cuando y me llego con par de birritas para el calor! ;)

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