lunes, 8 de abril de 2013

Nada es seguro y La vida es una

Hace días le ando dando vueltas a una de esas cosas que uno descubre sin querer en una conversación sobre cualquier otra cosa: soy feliz.

No sé si uds entenderán lo complicado de 1. aceptarlo y 2. sentirlo genuinamente.

Después de pasar mis veintes tratando de resolver mi infancia y parte de mis treintas lamentándome por haber desperdiciado tanto tiempo lamentándome, me concentré en mi futuro.

Yo siempre he sido una desvelada por el qué viene. Nunca ha sido suficiente ir un paso adelante, necesito ver el que sigue después de ese y tener claro para dónde voy y cómo llegarle, aunque luego cambie el rumbo. Aprendí a ser flexible con los planes, pero siempre tuve uno.

De repente, tres eventos en menos de seis meses se trajeron todo al suelo y un día no supe quién soy ni qué estoy haciendo. Tocó reconstruir, reinventar, remodelar y de paso recortar un par de cosas.

¿El futuro? Ni idea. El presente estaba ocupando de toda mi energía y mi concentración. Entré en modo supervivencia y el próximo mes se iba a tener que resolver cuando llegara.

De ese caos saqué varas importantísimas. Entre ellas dos lecciones y un regalo: nada es seguro, la vida es una y el regalo es la perspectiva que me heredó mi hermano. Esa perspectiva puso todo en su lugar, nada podemos hacer sobre lo que no tenemos control y por lo tanto preocuparse es una pérdida de tiempo. Resolver o dejar ir.

Dejar ir, el desapego es una maravilla, el futuro llegará sólo si hacemos algo con el presente. Entonces dejé ir mi futuro. No tengo cabeza para dedicarle a eso y tengo que confesar que me da un poco de ñáñaras planear futuros con tantas ausencias. Y nada, adiós futuro.

Entonces, Caracolito, acá estoy más de dos años después. Y han sido los dos años mejor invertidos en mí misma. Soy feliz. Cosa más rara.

A ver si me explico: yo nunca he sido feliz. No de adentro para afuera. No genuinamente. Por eso es raro que sea justo ahora cuando tanto alrededor mío indica que debería de ser todo lo contrario. Vivo un duelo muy presente, mi familia es un desastre, no tengo profesión y mi trabajo está bien lejos de llenarme, llevo rato soltera y con la sociedad -y mi reloj biológico- en el oído recordándome que el tren pita alejándose, ni esperanzas de pegarme la lotería o de parir un güila o publicar un libro -digo, ejemplos random-. Pero soy feliz.

¿Alguien me puede explicar qué carajos pasa?

Nada me precisa y todos los días me levanto con esperanza. ¿Esperanza? Les juro que no tengo la menor idea de qué hice diferente, no sé dónde putas ubicar el mérito, pero me siento diferente. Mientras, claro está, soy la misma mae. Hay un entusiasmo al que todavía no me acostumbro, pero me gusta.

Ser feliz no es estar feliz siempre, a veces estoy triste, a veces me pongo maricona, a veces de mal humor, a veces necesito encuevarme, a veces me enojo. Todo es válido, sólo me doy chance de ser.

Puta, eso es. Darme chance de ser.

Ya no me jodo tanto. A veces la gente entiende, a veces no, pero mientras yo esté clara y sea honesta conmigo misma, todo va bien.

Ahora, lo bueno de estar un poco más resuelta conmigo misma, es que cualquier cosa de afuera se aprecia diferente y ya no insisto en aferrarme a nada. La vida le suelta extras a uno, le da oportunidades para ser más feliz. Desaprovecharlas es una grosería consigo mismo.

Entonces cada semana es nueva, a veces empieza bien, a veces mal. Pero siempre tiene el chance de arreglarse o desarmarse y repetir de vuelta. Nada es seguro y la vida es una.

Soy feliz. Interesante esto.

m.


Mural y foto por Acción Poética Tucumán



5 comentarios:

  1. Creo que la frase correcta es: "La vida eJuna" y proviene del Panita Pinguino.... <3

    ResponderEliminar
  2. Me encantó leer esta entrada, me sacaste una sonrisa. Qué curiosa esa "sabiduría" (perdón, no supe cómo llamarla) que tiene milenios ahí y de pronto un buen día la descubrimos. A mí me pasó algo parecido cuando pensé que todo se termina. Mira tú, después de no sé cuánto tiempo y ahora feliz, como si nada.

    Me da gusto por ti, y si otra gente no lo entiende, que anden a entender sus vidas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias por rondar por acá y dejarme las líneas.

      sí, es como una sabiduría milenaria que anda por ahí y un día tiene sentido para uno. no sé si será interiorizarla o qué. nadie le enseña a uno a vivir. pero aprender es chiva.

      gracias. :)

      Eliminar